la buena vida
Pasar una mañana de Sábado con mi niña es la buena vida. Sólo tiene 18 meses, pero cada día me enseña algo nuevo. Risas, alegrías y lloros, son parte de los momentos que son únicos e irrepetibles y por tanto se disfrutan.
Muchas veces he pensado que el dinero era lo más valioso, pero en realidad, se gana o se pierde. El tiempo es lo importante, una vez que llega, se va. Seguro que muchos ya lo saben. Nunca es tarde para aprender.
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